Hace un par de semanas os invitaba a haceros sin duda alguna una sesión de fotografías preboda y hoy os invito a que os plantéis la sesión postboda y a que entre todos compartamos los puntos positivos y negativos (yo creo que de estos hay pocos) de llevarla a cabo ¿os animáis a hacerlo?
En primer lugar tener fotografías bonitas siempre es un acierto, así que pegas hay pocas, únicamente podríamos nombrar el gasto económico que en mi opinión más que un gasto es una inversión, así que eliminado este inconveniente también.
Cada vez más parejas se plantean tras el estrés de la boda y la ceremonia en sí, tras el viaje y una vez relajados, sacar de nuevo los trajes y hacerse una bonita sesión de fotografías ¿por qué?
1. Pues porque el concepto de boda está cambiando y cada vez más cada pareja tiene la boda que desea ¡cómo debe ser! Y muchos no quieren hacer esperar a sus invitados ni un solo minuto.
El no hacerte las fotografías el mismo día de la boda permite que no te pierdas ni un solo segundo. Nos referimos a las fotografías de la pareja sola, nunca de la ceremonia y la celebración en sí, ¿eh?
2. Por los nervios, las prisas, la emoción. Porque muchas parejas prefieren hacerse las fotos de forma relajada, sin estar pendiente del reloj, sin estar nerviosos y tener prisas por terminar.
3. Para hacerse las fotografías en ubicaciones diferentes al de la celebración. Hacerte las fotografías el día de tu boda implica hacerlas o bien en el mismo lugar de celebración o muy próximo a éste. Hacerlas a posteriori posibilita que puedas hacerlas en distintas ubicaciones y al tener tiempo incluso que cambies de un lugar a otro aún habiendo gran distancia entre ellos, por ejemplo ¿en la playa de Cádiz por la mañana y en la catedral de Sevilla al atardecer?
4. Para amortizar el vestido de novia, el traje del novio, esos preciosos zapatos, pendientes y pulseras. Ya que lo tengo y que me he gastado un dinero ¡me lo pongo otra vez!
Como inconvenientes no le encuentro ninguno, únicamente la inversión económica tanto en el fotógrafo como en el maquillaje, peinado, etc. sobre todo porque nunca una sesión postboda puede sustituir a las fotografías del día especial en sí. Por lo que siempre suma nunca sustituye. Además cada vez más los fotógrafos las están incluyendo en sus presupuestos, bien como regalo o bien parte del kit que elijáis.
Y como muestra, la sesión de fotografías que he podido disfrutar de muy cerquita de Desiree y Manolo. Esta bonita pareja se casó en un pequeño pueblecito, El Campillo de La Luisiana, lugar en el que creció Manolo y lo celebraron en un pueblo cercano, Écija, pero siempre han querido tener fotografías en la ciudad de Sevilla, y con una distancia de hora y media el mismo dia de la boda hubiese sido imposible. Aunque se hicieron fotografías el día de la boda, invirtieron poco tiempo en ellas porque querían disfrutar de su gente y de su día lo máximo posible y en su lugar, tras la boda y el viaje de novios, se pusieron guapos de nuevo y disfrutaron de un día precioso en al capital hispalense, aquí, una muestra de ello.
*Gracias Desirée y Manolo por permitirme publicar estas preciosas fotografías.
¿Y tú?, ¿te animas a disfrutar de la sesión de fotografías postboda o no?
¡Feliz fin de semana, bonitos!