Dicen que “si quieres llegar rápido a un objetivo lo hagas solo pero que si quieres llegar lejos mejor lo hagas acompañado”, y Renata quiere llegar lejos, muy lejos, a pasitos pequeños, pero lejos.
La verdad es que si de algo puede presumir Renata a pesar de su corta trayectoria es de estar bien acompañada, de tener buenas amigas. Y aunque este proyecto lo siento como algo muy personal y, cómo decirlo, cómo muy “mío” porque le estoy poniendo grandes dosis de ilusión, soy de las que creen en esa frase, que estar acompañada te permite llegar más lejos y que cuando se comparten ilusiones, éstas se duplican, la felicidad compartida también es más grande.
Renata tiene amigas tan ilusionadas con este proyecto como yo, así que ocasionalmente y solicitado por ellas mismas, y por supuesto, siempre que ellas lo deseen, publicaré en este blog post escritos por ellas, cuya temática y contenido coinciden con la esencia de Renata.
¡Espero que os gusten! El primero, de Cristina Otero, que vio nacer a Renata pasito a pasito!
Handmade, en cada momento / evento. -Invitaciones de Boda-
Si os gusta todo lo relacionado con CREAR, habréis podido comprobar que en cualquier evento y acto social están imponiéndose los elementos handmade. Se trata de un término que está adquiriendo cada vez más relevancia y que se centra en todo aquello que podamos hacer por nosotros mismos, con nuestras mejores herramientas, nuestras manos (sumándole imaginación, claro está). Desde hace no mucho tiempo atrás, estamos viendo como el DIY se viene aplicando a todo lo que tenemos a nuestro alrededor: nuestra habitación, decoración, en el trabajo, en nuestras reuniones, regalos… Quizás, el momento social y económico en el que nos encontramos ha podido ser una de las causas que ha hecho que volvamos a sentarnos a pensar un momento, en nuestro rincón preferido (o no), mirar a nuestro alrededor y empezar a inventar cosas geniales y útiles para cualquier ocasión.
Este movimiento adquiere su importancia plena en los eventos personales y de carácter emotivo, y como no, en una boda. ¡Que mejor que en una reunión de gente querida, reunidas por el amor de dos personas, donde todo lo que les rodee transmita creatividad, dedicación y cariño en su elaboración! Desde los comensales de una mesa, a los detalles regalados a los invitados, pasando por el mismísimo ramo de la novia. ¿Qué os parecen los ramos de Lolitas Fieltro? A nosotras nos transmiten mucha creatividad!
Renata, ha estado todo este tiempo observando y tomando nota de las últimas tendencias y creando las suyas propias, como habréis podido ver en la boda de Fran y Vir. Hoy vamos a mostrar cómo dar personalidad a uno de los elementos que primero anunciarán el enlace para que toooodo el mundo lo sepa: la invitación de boda. Aunque para gustos los colores, las tarjetas tradicionales y básicas han sido sustituidas por las hechas a mano o creadas con un toque mucho más personal y diferente. La invitación de boda será el aperitivo, incluso la promesa de lo que queda por venir. ¡Demuestra que la habéis elegido juntos y en función de vuestros gustos! Podemos encontrar invitaciones impresas, con las fotos de los novios, o con dibujos y diferentes tipografías.
También podemos hacer ejemplares tipo postal, ¡incluso con calendario incluido! Al fin y al cabo se trata de que tus invitados reserven esa fecha para que no haya nada que les impida faltar a vuestro gran evento.
Incluso también podrás encontrar imprimibles gratis, de todos los estilos. Aquí te mostramos algunos ejemplos de tarjetas súper molonas y divertidas que no dejarán indiferente a nadie.
Puedes descargarlos aquí.
Otra forma de hacer llegar el evento a tus invitados, y cuidando al medio ambiente (of course), son invitaciones digitales. Podéis crear en un programa de diseño o mandadlas hacer, invitaciones que posteriormente mandaréis por correo electrónico a todos los que deseéis. ¡Se nos ocurre hasta enviarlas por WhatsApp!
Es vuestra celebración. Vuestro momento. A vuestra forma. Dadle personalidad a vuestros tarjetones, tarjetas, o tarjetas de visitas, si lo deseáis, ¡pero que se entere todo el mundo!