Yo, si yo, soy una enganchada a la tecnología, a las fotos con el móvil, a Instagram, Facebook, Pinterest y cualquier red que se me ponga por delante y cuando voy a una boda me encanta tener fotos de los novios, en el altar, en el baile, y en cualquier rincón que se precie y subirlas a las redes claro. Pero lo confieso. Me estoy quitando.
Y es que cuando empiezas a asistir cómo organizadora y no cómo invitada te das cuenta, de que los móviles son un auténtico peligro, además de un estorbo, gran estorbo para el buen trabajo de los fotógrafos, sí, esos que los novios han pagado para tener un reportaje profesional ideal y que a veces los invitados, yo incluida, estropeamos.
Llevo mucho tiempo pensando en esto y buscando al fotógrafo con la mirada antes de atreverme a sacar el móvil pero es que además, hace un mes asistí a una boda en Inglaterra y entre otros carteles que los novios tenían en la boda había uno indicando que se apagasen las cámaras y los móviles para que les permitiese disfrutar plenamente de la boda… ¡cuánta verdad!
Así que tengo dos grandes razones para deciros que los móviles son un auténtico peligro en las bodas por dos motivos:
- Porque por su culpa te puedes perder la mitad de la boda y gran parte de los momentos especiales que se viven en ella.
- Porque entorpecemos el trabajo de los fotógrafos, sacando nuestros móviles (o hasta a nosotros mismos) en medio del pasillo de la iglesia, en el convite, hasta cuando los novios se están dando el sí quiero.
Y ambas cosas, perdernos la boda e impedir a los fotógrafos que hagan un bonito trabajo son una pena… así que la próxima vez que estés en una boda y sientas esa llamada de Dios con la mano en el bolso o en el bolsillo en busca del móvil respira, acuérdate de este post y busca al fotógrafo, si está en un plano diferente y tu móvil es discreto y la forma de hacer tu foto también, un par de veces en toda la boda, se acepta :-)
Un comentario
Estoy completamente de acuerdo.Es vuestro día y deseo y por ello,hay que respetarlo