1. Porque se trata de uno de los días más importantes de tu vida y en él es importante estar rodeado únicamente de la gente que quieres.
2. El tiempo. El día de tu boda tiene, como todos los días, “horas” pero ese día transcurren de forma aún más veloz de lo normal. Disfruta y pasa esas horas con las personas que realmente quieras, hablando, bailando, riendo… y no únicamente saludándolas.
3. Relax. Parece incompatible esta palabra para los novios pero ésta puede estar en tu boda si en ella solo asisten los familiares y amigos, aquellos que sólo quieren verte feliz, independientemente de los problemas que pueda haber en la producción del evento en sí.
4. Por el carácter íntimo del evento. El matrimonio es una declaración de amor, un compromiso que se hace con la persona que amas y en principio, para siempre. Para algunos debe ser una declaración universal, pero para otros es una parcela privada e íntima. Para estos, es una razón más para organizar una boda con un número limitado de invitados, aquellos que consideren especiales para regalarles un trozo privado de su corazón.
5. Ahorrarás dinero o podrás invertir el que tienes en otros detalles que te hagan más ilusión. El presupuesto de una boda está completamente ligado al número de invitados, tanto porque se convierten en comensales de un banquete como para todos los detalles que tiene una boda, (decoración del espacio (cuanto mayor es éste, mayor inversión), detalles para los invitados, e íncluso para el tamaño del candy bar, etc.) Generalmente la mayoría de los detalles se multiplican por el número de invitados, encareciendo en muchas ocasiones, de forma desmesurada, el presupuesto.
Asimismo si lo que deseas es tener una boda en la que no falte ni un solo detalle e incluso que sea de carácter “lujoso”, al reducir el presupuesto en partidas como el catering o los detalles para los invitados podrás incluir quizás, un lugar de celebración cuyo alquiler sea más especial pero que sería inaccesible sin tener una reducción en otras partidas, o no prescindir de ninguno de vuestros deseos para la celebración.
6. La organización. Al tener menos invitados, la organización y el tiempo para llevarla a cabo se reducen. No es lo mismo organizar un banquete para 500 personas que hacerlo para 80. Además, también influye en la tipología del evento. Con un número reducido puedes innovar en el formato del mismo; por ejemplo crear una boda-buffet o íncluso una barbacoa, algo imposible si el número de invitados supera la centena.
7. Boda personalizada=boda inolvidable. Al organizar una boda íntima puedes personalizarla con mayor facilidad y sin hacer una gran inversión, desde la representación teatral de alguno de los hechos importantes que hayas vivido, hasta la actuación musical de un grupo de amigos, homenajes particulares para los imprescindibles de la familia, etc. etc. Cuánto más personal es un evento más se retiene en la memoria.
8. Detalles handmade. Tanto si eres amante del handmade y te gustaría hacer los detalles de la decoración o los regalitos tú misma para que sea más personal como si los encargas a un proveedor, es importante que el número no sea muy elevado, no sólo por el tiempo y el importe económico que suponga llevarlos a cabo sino por el carácter de auténcidad que sientan los invitados al recibir un detalle hecho a mano, sintiéndose privilegiados por ello.
9. Interactividad de los invitados. En una boda reducida lo normal es que los invitados se conozcan y si no lo hacen tendrán más facilidad para interactuar entre ellos, además de bailar y disfrutar sin sentirse cohibidos o abrumados por la multitud.
10. Menos invitados, menos fotografías. Para aquellos a los que nos les guste posar ante demasiadas cámaras fotográficas, esto es un alivio, menos invitados, menos fotografías ☺
El consejo de Renata es, que da igual el número de invitados que tengas en tu boda siempre que ésta sea como TÚ quieras y que en ella estén los que TÚ quieras que estén que para eso se supone que sólo se celebra una vez! ☺