Vivir fuera de tu país es una de las experiencias más enriquecedoras que una persona puede tener. Es la mejor forma de conocerse un poco más asimismo, de darse cuenta de todo lo que es capaz de hacer y de hasta donde puede llegar.
Hoy os quiero contar un poco más de mi y en concreto, de mi experiencia Italiana. Yo la titulé “Sei mesi miei” (seis meses míos). Seis meses cargados de momentos buenos y malos, de sonrisa enorme y gigante y lágrima triste y contenida. Cargados de emociones de todo tipo y una de las épocas más bonitas de mi vida.
Údine, una ciudad ubicada en el norte de Italia y perteneciente a la región de Friuli Venezia Giulia, fue la ciudad elegida por el destino, que no por mi, y aquí os cuento diez de las añoranzas, que son muchas, que tengo de esta ciudad y de todo lo vivido allí.
1.-Vistas desde Piazzale del Castello
Esto es lo primero que vi cuando llegué a Udine. Amor a primera vista es lo que sentí. ¿No habrías sentido tú lo mismo?
2.-Mi Lola
Ir en bicicleta al trabajo es lo que yo llamo, calidad de vida. Me encantaba sentir el frio cada mañana, era mi despertar particular. Y disfrutaba, dependiendo únicamente de una bicicleta con dos ruedas que aparcaba en cualquier lugar y que me llevó a sitios inimaginables y lejanos. Conseguí una bicicleta vieja que yo misma pinté de color verde y la llamé Lola.
3.-Il Cappuccino.
El mejor cappuccino sin duda, es el italiano y yo los he disfrutado como una enana. Al menos dos veces al día durante los mas de seis meses que estuve allí y los disfrutaba de verdad, de comerme con la cuchara toda la espumita. Y siempre lo pedía “con un pó di cacao”.
4.-Piazza Matteoti.
Una de las plazas más bellas que he visto en mi vida. Con su fuente en el centro, áticos con buhardillas de ensueño, soportales llenos de preciosos cafés y tiendas bonitas. Y por supuesto, su iglesia. Mi lugar preferido de la ciudad.
5.-La nieve en la ciudad.
Ya había visto nevar pero nunca en la ciudad y aún menos en una ciudad tan bella como Udine. Lo recuerdo perfectamente, a pesar de la nieve me decidí a ir en bicicleta al trabajo y estuve casi media hora parada frente a Piazza Libertá disfrutando de la sensación de la nieve en la cara y eso que no soy amante del frio pero para mi era una sensación única que el cuerpo me pedia retener y disfrutar.
6.-El tren.
La mejor manera de comunicar a pueblos y ciudades. Hasta aquel pequeño pueblo perdido en medio de la montaña que no llega a alcanzar los 100 habitantes tiene su estación de tren. Una red ferroviaria que ya me gustaría tener en España.
7.-La lengua Italiana.
Para mi, el italiano es el idioma más bello del mundo. Se me está olvidando de no hablarlo y me da mucha rabia pero cuando estuve allí aprendí y practiqué todo lo que pude. No hay nada que me emocione más que una palabra de cariño dicha en italiano. É bellíssimo…
8.- Marco&Manuela.
La primera persona que conocí cuando llegué a Udine fue a Manuela quién me acogió incondicionalmente como nunca nadie lo había hecho al igual que Marco, su pareja. Conté con su apoyo para todo y en cualquier momento. Nunca sabré como agradecerles que siempre estuviesen ahí y aun están, aunque en la distancia, aquí a mi lado.
9. I piedi nel fiume.
En Udine nieva en invierno y el verano es de calor húmedo. A veces, al volver a casa, me paraba en uno de los rincones del centro de la ciudad por la que pasa el río, y el agua, procedente de los Alpes, cae helada. Aparcaba mi bicicleta y me sentaba un rato a escuchar la música del agua y sobre todo a meter los pies en ella.
10. Don Joaquín.
Formó parte de mi experiencia en Udine desde el primer día y a raíz de ella se convirtió en una de las personas más importantes de mi vida. Desde España mantuvimos una comunicación diaria y gracias a él tengo un precioso diario en el que releer todas y cada de las sensaciones que viví allí. Un regalo que no cambio por ninguna de las anteriores añoranzas.
4 respuestas
Hacía tiempo que no me sorprendías … o que yo no me dejaba sorprender. Hoy lo has hecho, has vuelto a hacerlo.
Muchas gracias por “introducirme” en esa lista de añoranzas de esos ‘sei mesi tuoi a Udine’. Muchas gracias por ese comentario final y muchas gracias por rememorar ahora (a punto de cumplirse cuatro años ya de aquel encuentro en la “Taberna del escocés”), esos recuerdos de los que yo, aunque brevemente, al menos tuve la suerte de compartir algunos de ellos directamente contigo … incluidos ‘i piedi nel fiume’…
De mis propias las añoranzas de esa primera mitad de 2010, solo echaría de menos, o más bien agregaría, algunas más en esa lista tales como un par de tardes muy especiales en Venezia y los impactos visuales y emocionales que me causaron ciudades como la gran Trieste o el pequeño Cividale del Friuli.
Vanessa que post más bonito y sincero, hablas desde el corazón, cargada de cariño y añoranza.
Es tan bonito que dan ganas de irse a tener “mis propios seis meses” ver esas montañas y plazas, sentarme a escuchar el agua e ir a todos los sitios en “Lola”.
Felicidades me ha encantado.
Un beso y nos vemos por H!C, aun que ya por poco tiempo…:(
Muchas gracias Patri, es muy importante para mi este lugar…
Un beso! Sii qué poquito queda pero tenemos el grupito de facebook, eso mola! :-)
Otro beso!
Que bonito Vanessa. Me has transmitido todas las emociones que viviste alli. Dan ganas de coger la mochila y marcharse ya. Gracias. Susana