Mariví y Miguel no querían una boda típica, querían una fiesta donde se transmitiese su energía, su forma de ser, su historia de pareja. Así que buscamos una casa privada donde además de la boda pudiésemos celebrar una cena la noche anterior y una barbacoa postboda.
Una casa donde la familia cercana también se pudiese alojar y disfrutásemos de una fiesta de tres días, una autentica fiesta tropical.