Gracias a Vanessa, pudimos disfrutar de nuestra boda. Mi perfeccionismo no me permitía descansar ni relajarme, pero al contar con ella y ver que todo lo llevaba bajo control, que era incluso más perfeccionista que yo, pude por fin quedarme tranquila, respirar y sólo pensar en disfrutar. Contaría con ella sin duda alguna de nuevo.
María y Javier, 19 de noviembre de 2016