Hoy toca boda, si, si. En la sección Tú, tu boda y Renata os cuento la boda de Cristina y Alex. Una boda cargada de momentos emocionantes, su madre le cantó a ella, ella le cantó a él, pero espera que antes de la boda te voy a contar su historia…
Cristina y Alex se conocen desde pequeños, sus padres han vivido siempre unos frente a los otros por los que se conocen desde de toda la vida. Pero no es hasta el año 2004, en el que Cristina y Alex se encuentran en la facultad a la que Alex ha ido para buscar las calificaciones de un examen de su hermana y Cristina le ayuda a encontrarlas. Para agradecer su ayuda, Alex insiste en invitarle a tomar algo y a raíz de ahí se suceden los encuentros, para estudiar, con amigos o solos, para tomar algo en los descansos de estudio, para ir y venir a la biblioteca… dos meses de entradas y salidas, de confidencias y amistad, que culminaron en un beso en la Feria de Sevilla, el 26 de abril de 2004, fecha desde la cuál nunca más se han separado…
Tras ocho años de noviazgo, decidieron comenzar a vivir juntos y como regalo a esa nueva etapa, Alex le regaló a Cristina un viaje a Roma. Pero aquello no sería sólo un viaje… un destino al que Cristina llevaba años deseando visitar y un anillo precioso frente a la Fontana De Trevi le esperaban… sí, en ese viaje Alex le pidió matrimonio a Cris. Y ya sabéis la respuesta, un enorme Sí.
Se casaron el 26 de octubre de 2013 en la Basílica Nuestro Señor del Gran Poder, en Sevilla. Una iglesia de historia, emblemática en Sevilla, a la que entró agarrada a su padre mientras sonaba la preciosa canción de Dorantes, Orobroy. En esta boda, se pusieron los pelos de punta desde antes de la entrada a la iglesia…
Durante el día, los hermanos de Cristina le llevaron de su parte un regalo muy especial a Alex, un reloj con la fecha y el nombre de ella inscritos detrás del mismo y una carta. Cuentan los pajaritos que se emocionó muchísimo… justo dos horas antes de llevarla al altar…
Y de la iglesia Nuestro Señor del Gran Poder a la hacienda Atalaya Alta. Un lugar donde empezaría la celebración y sobre todo la emoción. No faltaron momentos emotivos.
La primera sorpresa sería para la novia. Durante el cóctel, Chari, su madre quiso cantarle a capela la copla “Te Quiero más que a mi vida” de Concha Piqué, pero con su propia versión, cambiando “Mi vida” por “Mi reina” como siempre llama a su hija. El primer momento especial para los novios, familia e invitados. La primera muestra, de que sin duda, la boda de Cristina & Alex sería una boda auténtica y única.
Y la segunda sorpresa la tenia preparada y más que ensayada Cristina. “Tengo el corazón contento” fue la canción que cantó y bailó para él porque como ella misma dice “Yo soy mucho de Marisol” y “porque desde que lo conozco tengo el corazón contento”. Un momento muy divertido que disfrutamos todos y que se vivió con un nudo en la garganta y grandes carcajadas. La disfrutó como una niña, aquí podéis verla. (Y la ensayó mucho mucho antes de la boda para que le saliese así de espectacular).
Pero a ella también le sorprendieron por partida doble, su hermana Eva en primer lugar y sus amigas en segundo. Cartas especiales para los novios, en las que se compartieron anécdotas que sacaron grandes sonrisas y también expresaron sus sentimientos hacia la pareja de los que se desprendieron muchas lágrimas.
Fue una boda cargada de emociones, como yo suelo llamarlo, una boda memorable. Una boda para no olvidar…
Su vestido y su velo eran de Rosa Clará, un regalo especial de sus padres. Los pendientes se los regaló su suegra a los que también dedicó una carta muy especial y los zapatos y la liga azul que llevaba, una de sus mejores amigas, Chonita. También llevaba un anillo de su madre, especial para ella desde que era niña, un anillo con una piedra verde, de herencia familiar y muy característico de su madre, Chari. Y su corona, un regalo de su hermano Raúl y su cuñada, Manoli. Llevaba con ella un trocito de cada una de las personas más importantes de su vida.
Cristina también escribió cartas personalizadas para sus amigos más allegados y regaló ligas azules a sus amigas solteras para que les diesen suerte. ¡Ah! y un detalle precioso fue que el presupuesto que tenian previsto destinar a los detallitos para los invitados lo donaron a la asociación Andex, Asociación de Padres con niños con cáncer, esta asociación les entregó unas tarjetitas informativas que se colocaron en las mesas. Una opción preciosa de ayudar a los demás en tu propia boda.
Una boda MEMORABLE, en mayúsculas. Que no les faltó detalle, ni sorpresa, ni emoción. Cargada de sentimiento, la vivieron y la viví en primera persona (porque sí, yo también estuve allí :-)) con el nudo en la garganta y la sonrisa bien puesta. Una boda preciosa, una boda de 10.
¿Y a ti?, ¿te apetece contarme tu historia de amor? Estoy loca por escucharte, y encantada de escribirla y publicarla. Ya os hemos contado, la boda de Ana y Antonio y la boda de Desireé y Manolo y mi boda más especial, la de mamá y papá. ¿Te animas a contarme la tuya? Sólo tienes que escribirme a: vanessa@renataenamorada.com