Hacía muy poquito que Renata había salido a la luz, y estando yo en México recibí un mensaje privado de Vanessa, ¡Qué emoción! Uno de los primeros mensajes recibidos al buzón de Renata Enamorada.
Era Vanessa González y me contaba que se casaba en el emblemático Hotel Alfonso XIII, en Sevilla, el próximo mes de septiembre y que, aunque toda la boda la estaba organizando ella, le gustaría que le ayudase con algunos detalles de la decoración de los salones de celebración, donde tendría lugar la barra libre del convite. Y quedamos en ello, a la vuelta de México nos veríamos en Sevilla. Y así lo hicimos.
La pareja es, cuanto menos, original. Ella sevillana, el italiano, con residencia en Roma pero ambos viviendo en México tras vivir en Cuba. ¿Algo en común? El mundo entero a sus pies.
Y tras muchas propuestas distintas de colores, materiales y detalles. Tras pruebas de iluminación, elección de lámparas y flores, el 27 de septiembre se casaron en unos de los lugares mas emblemáticos de Sevilla, Vanessa&Andrea.
Personalizamos jarrones compuestos por antirrino y rodajas de limones y naranjas y utilizamos lámparas doradas para que junto a las mesas vestidas de negro y el logotipo del lugar bordado en oro se mantuviese la línea cromática y la elegancia del lugar.
Diseñamos una mesa de golosinas completamente personalizada. Entre bolas del mundo se dejaban ver las banderas de los países de los anfitriones: Italia y España. Todas las golosinas eran de tonos verdes y azules, excepto las peladillas, almendra típica italiana que lucía blanca en el centro de la mesa.
Las columnas las envolvimos de globos dorados, petición expresa de los novios y recurso perfecto para darle vida a las columnas.
Guardamos un lugar privilegiado para el precioso libro de firmas que creo que nunca llegó a estar colocado junto a la vespa amarilla, su medio de transporte habitual en Roma.
Para uno de los momentos más bonitos de la boda, el del baile, hicimos a mano y personalmente para ellos y cada uno de los invitados un kit de cerillas y bengalas que se repartieron durante el cóctel.
Y hasta aquí, una pequeña muestra de la aportación de Renata a la boda de esta bonita pareja. Me encantará saber si te ha gustado: ¿me lo cuentas con un comentario?