Hay personas con las que conectas sólo a través de su voz. Eso me pasó a mi con Tania la primera vez que hablamos por teléfono y eso me comentó la segunda vez que me llamó para confirmarme que quería que formase parte de su boda. Y no sé expresar la alegría que me dio porque la conexión fue mutua. Lo confirmé al tomarme con ella y Rafa nuestro primer café y desde ese día ya formamos parte del día a día a través de las llamadas, los whatsaap, los emails… hasta el 28 de mayo de 2016 en el que Rafa y Tania se dieron el Sí Quiero.
Una boda en la que, sinceramente sufrí mucho, al menos las primeras horas de montaje. Es raro que llueva en Andalucía y la misma semana de la boda había hecho un tiempo genial, más bien propio del verano que de la primavera pero esa mañana Sevilla y Córdoba se levantaron llenas de nubes, con el cielo negro y yo, pasé desde las 7 de la mañana pendiente del tiempo minuto a minuto…
Llegamos muy temprano al Castillo de La Albaida, en Córdoba. Alberto, el gerente del espacio, Gema, responsable del catering Las Mereras y yo, nos pusimos de acuerdo para esperar hasta el limite para decidir si el montaje de la ceremonia se realizaba fuera, en una preciosa arboleda, como era la idea inicial o dentro, en una capilla interior que tenia el espacio.
Siempre os hablo de la importancia del plan B y este día de nuevo volví a confirmar que éste es siempre imprescindible. Media hora antes de la ceremonia empezó a llover con tanta fuerza que se hizo inviable realizar el montaje fuera y tuvimos que hacerlo en el espacio interior.
Tania es, para mi, sensibilidad pura… lo transmiten sus ojos, sus gestos y aunque ese día yo la sentia calmada y tranquila, me preocupaba como se sintiese, por ello, es tan importante nuestro papel para poder apoyaros cuando no sabéis qué hacer, como es en el caso de la lluvia…
Igualmente, como podéis ver en las fotografías fue una ceremonia preciosa y especialmente emotiva.
El maestro de ceremonias fue Daniel Handy, Tío de Tania que junto a su familia habían viajado desde los Estados Unidos para estar en este día tan especial.
La hermana de Rafa, Marta, el hermano de Tania, Víctor y una muy buena amiga de ambos, Ana, fueron los encargados de hacer que saltasen más de una y de dos lágrimas durante la ceremonia que estuvo acompañada por la preciosa voz y el piano de Cristina Gallego.
Tras la ceremonia, celebraron el cóctel amenizado por el Grupo Musical Valmar, una delicia para los oídos.
La responsable de dar el punto y final al cóctel fue Marta, la hermana de Rafa que nos dejó con la boquita abierta con su arte y su baile flamenco. Enamorada quedé de ella para siempre.
Y tras el cóctel, disfrutaron de la preciosa cena…
Tania llevaba un vestido precioso de Rosa Clará y Rafa chaqué del modista Pedro Jiménez. De la decoración floral de la ceremonia y de los centros de mesa se ocupó Andaluflor y el precioso ramo de novia de Tania fue obra de la Floristería El Puentecillo.
De su maquillaje se encargo Menchu Benítez y de la peluquería Mac Estilistas, y bueno, es y estaba preciosa.
¡Qué por cierto! Tania tiene su propio proyecto de maquillaje, www.ponteguapacontania.com, enamorada de la cosmética y el cuidado personal forma parte de Younique! :-)
El encargado de hacer estas preciosas fotografías fue Toni Cano y el videografo Alfon Aguilera, ¡deseando estoy por darle al play! (Muy pronto…)
Y en la fiesta disfrutaron de lo lindo de la mano de Juanma, DJ en Fusion Music.
Un enorme placer para mi haber formado parte de esta preciosa boda. De las más emotivas que he vivido, sin lugar a dudas…
Si tu también quieres que forme parte de la tuya, solo tienes que contactarme aquí. ¡¡Feliz día, enamorad@s!
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