Adoro las bicicletas, siempre me ha parecido el mejor medio de transporte para moverte por la ciudad, especialmente si son pequeñas. Por eso tanto mi aventura en Udine como ahora en Exeter, he elegido una bicicleta para ser mi fiel compañera. Muy pronto, espero estar de vuelta en Sevilla y poder disfrutar de una nueva compañera de aventuras allí. Me conformo con una como ésta.
Mientras tanto y cómo dice la película, las bicicleta son para el verano, y yo también le añado que son para cualquier época del año, y últimamente le hemos sumado dos utilidades más, un elemento precioso para la decoración de bodas y eventos y un elemento que puede ser muy “cool” para decorar tu propia casa.
Si eres amante de las bicicletas, tendrás los tres usos en uno, ¿te animas?
Una bonita bicicleta llena de flores puede decorar cualquier rincón de tu boda o evento sin un motivo expreso, más que el de decorar que ya es mucho.
Pero también puedes utilizarlo como reclamo para indicar a tus invitados el camino a la ceremonia, al baile o a la cena, sirviendo de soporte para la señalética que necesita de algún recurso con volumen que lo haga realmente visible.
Puedes utilizarla como soporte para ubicar en ella el libro de firmas, llenar su cesta con los detalles para los invitados incluso la tarta de la boda. O, ¿qué tal si la utilizas de soporte en el catering creando un mercado por ejemplo de quesos? Aquí, una pequeña muestra de ello (sustituye el pan por el queso :-) ).
Además, también puede ser un recurso precioso a la hora de haceros las fotos de novios en vuestra boda.
Y si tienes una bonita bicicleta, ésta puede llevarte a pasear, decorar tu propia boda o cualquier bonito evento que celebres y, sencillamente, decorar tu casa.
Las bicicletas aportan calidez en el hogar, es un estilo difícil de definir, es un aire entre vintage, cool… no sé… en definitiva, crean magia en el ambiente, ¿no lo crees?
¿Y tú?, ¿qué opinas?, ¿te gustaría exprimir al máximo el uso de tu bicicleta?