Mesas largas, tendencia en bodas.

Que las mesas largas son tendencia, lo sabemos, ¿verdad? ☺ Y a mi ¡me encanta!

Pero no sólo me gustan porque quedan muy vistosas, porque son más fáciles de organizar para los novios, porque permiten una decoración preciosa… me gusta porque ROMPEN CON LO ESTABLECIDO en nuestro país… y a mi, que soy un poco revolucionaria, ¡eso sí que me gusta!

En los últimos años hemos apreciado cambios sigilosos especialmente en la bodas, especialmente en lo que se refiere a la decoración, pero este año los cambios son más notables, cada vez nos damos más cuenta que tenemos que hacer las cosas a nuestra forma, a nuestro gusto, es vuestra boda, vuestra fiesta… decórala, diséñala, organízala, planifícala ¡cómo vosotros queráis o cómo os de la gana! Lo único importante es que sea vuestra y que la ¡disfrutéis!

Y hoy, para todos las parejas indecisas, que sé que son muchas, en si ubicar a sus invitados en mesas largas o no, va dedicado este post. Mis pros y mis contras de su utilización.

1ºPros: la calidez. Al poder ubicar un mayor número de invitados (o en el caso de una boda intima todos) o una gran parte de ellos en una misma mesa, le da calidez. Tienes una sensación de pertenencia mucho mayor y por lo tanto es mucho más familiar y entrañable.

2º Pros y 1º Contra: No conozco boda en la que organizar a los invitados por mesas (redondas normalmente de 8-10 comensales) haya sido un dolor de cabeza, con la utilización de las mesas largas y por lo tanto, menor número de mesas y con capacidad para más invitados, te aseguro que este dolor de cabeza es muchísimo menor. Pero… y ahí viene el 1º contra si quieres personalizar los asientos uno a uno y controlar bien quién y dónde se sienta en cada lugar es más difícil de controlar y necesitarás, seguro a alguien que se encargue (¿qué tal Renata? ☺) para que te ubique, siempre con planito en la mano y portanombres bien ordenados alfabéticamente de ubicarlo en el lugar correspondiente.
Aunque es un contra gana su propio pros por goleada, ¿no? Pero yo os lo cuento todo.

3º Pros y 2º Contra: la decoración de las mesas. En este tipo de mesas las decoraciones que puedes diseñar son espectaculares, realmente preciosas porque las puedes hacer en horizontal y cuentas con mayor espacio de forma distendida. Pero… y ahí viene el contra, ésta tiene que se homogénea (o al menos este es mi consejo). Es decir, que si quieres tener diferentes decoraciones temáticas, por ejemplo, imagínate que eliges para la decoración la temática “viajes” y quieres que cada mesa represente a través de su decoración un país, puedes hacerlo por supuesto, pero este tipo de mesas piden (su forma y que no suelen tener mucho ancho) una decoración con elementos similares, homogéneos.

3º Contra: el espacio. Las mesas largas puedes utilizarlas tanto en exterior como en interior pero si ubicas más de dos o de tres (que normalmente así es), tienes que contemplar que haya suficiente espacio entre los pasillos que se crean entre ellas para que los invitados puedan moverse para entrar, para salir o para andar por él con facilidad. Aunque creamos que no, también requieren gran espacio.

4º Contra (que realmente no es un contra porque hay solución). Ya he trabajado en dos bodas en las que los novios han querido almorzar o cenar en ubicaciones diferentes durante la boda, es decir, el primer plato en una mesa y el segundo en otro, el postre es raro que se lo coman ☺. ¡Novios innovadores que hacen lo que quieren en las bodas, olé!. En este tipo de organización si quieres hacer esto es más difícil sorprender a los invitados cogiendo dos sillas y haciendo hueco en una mesa redonda. En este caso tendrás que dejar dos sillas reservadas para vosotros (en cuyo caso no será una sorpresa para los invitados) o hacer que se muevan dos invitados (y eso no está muy bonito, ¿no?). En fin, de todas formas, seguro que se me ocurriría una solución.

Y está aquí mis pros y mis contras que aunque haya escrito 4 contras y 3 pros los contras caen por su propio peso porque son pequeñas apreciaciones que probablemente nadie se daría cuenta. Únicamente es que yo, que soy minuciosa y lo pienso todo hasta el último detalle os lo quiero contar para que a la hora de decir lo tengáis en cuenta. Mi votación final: ¡Un Sí enorme a las mesas largas!

*Fotografías: vía Pinterest